sábado, 24 de diciembre de 2011

La esperanza de Matilda


La noche fría, el viento golpeaba su rostro, sus ojos brillantes como lagos en que se reflejaban el brillo de las estrellas, Matilda perdida en la negra noche parecía recordar y era imposible, su niñez, recuerdo su niñez muy parecida a la de muchas niñas de su edad llena de esperanza y sueños por cumplir. Parece ayer cuando en el pueblo se escucho aquel grito fuerte y vigoroso, era Matilda que parecía decir "¡aquí estoy!", pese a tener poco de nacer el instinto de vivir la hacía luchar contra el mundo cruel y lleno de fatal ignorancia, en el cual todo es impredecible, pero en el que todos tenemos fe.
Su pequeña nariz roja por el frío de invierno y su cara regordeta con tonos azules parecía no tener oportunidad alguna de vida, en eso apreció José, un niño de apariencia sucia y descuidada, sus cabellos parados, ojos grandes, boca pequeña y nariz chata, tan flaco que parecía que se quebraría en cualquier momento. Su cara asustada y llena de curiosidad se acerco a Matilda, la observo por un momento y de repente corrió en dirección opuesta y no paro hasta llegar a un puente y grito. 
-¡María!, ¡María!, ven pronto ven- 
Y tras una columna asomo una carita, era María que apresurada por los gritos salía de abajo del puente. 
-¿Que pasa José?-. 
Agitado José dijo: -Ven quiero que lo veas tu misma-. 
La tomo de la mano y juntos corrieron al lugar en donde vio a Matilda, pero al llegar unas fieras callejeras la acosaban como si fuesen a atacar, José tomo unas piedras y comenzó a asustarlos y estos huyeron, María no entendía que pasaba pues esas fieras en veces le habían servido de compañía y dijo: -José no entiendo-. 
-Calla,ven y mira-
María se acerco y sus ojos se abrieron con asombro 
-¿Que es, una muñeca ?- 
-Si y parece que esta muy asustada- dijo José quitándose su sucio suéter y cubriendo a Matilda 
-Llevemosla al refugio-. Solo la miraba de reojo, estaba asombrado y no sabía que hacer ni que decir, José caminaba de forma apresurada y sin dejar de mirar a Matilda, la apretaba contra su pecho como si quisiera con ellos evitar que se le saliera el corazón, Casi sin darse cuenta llegaron a su refugio y dijo a María: 
-Trae la cama para acá- .
María rápidamente jalo los cartones y periódicos de un rincón y en ellos pusieron a Matilda que lejos de callar lloraba con mas fuerza 
-Quizá tenga hambre- dijo María en voz baja 
-Quizá tengas razón- María ya tenía en sus manos un pedazo de pan que tal vez estaba en un bote de basura, y lo puso en la boca de Matilda y de momento empezó a callar, José y María se miraron y sonriendo voltearon a ver a Matilda, la muñeca estaba callada y su cara mostraba paz y tranquilidad, José hablo: 
-¿De quien será?- 
-Sh!!, la vas a despertar, calla- 
Pero Matilda ni se movió, José insistió. 
-Pero debe tener un nombre... o tal vez no- 
-No importa si no tiene le pondremos uno- 
- ¿Y como?- dijo José
-¿Y si le ponemos Matilda?- dijo María -Como la niña que vive en aquella casa tan bonita en donde vamos a robarnos la basura para comer-. 
-Si, me parece bien- dijo José. -Pero sin darnos cuenta olvidamos que es navidad y tenemos que ir a la casa bonita a mirar las luces de colores y el gran árbol con la estrella en la punta-  
-Si- dijo María -Pero ¿y Matilda?- 
-La llevaremos- dijo José tomándola en sus brazos y saliendo de su refugio, caminaron bajo la brillante y negra noche de navidad rumbo a la casa. 
-Cuando vea las luces y el gran árbol Matilda se pondrá feliz- dijo María, José afirmo con la cabeza, pronto llegaron a la casa bonita y se sentaron en la banqueta a mirar las luces y el hermoso árbol, dentro de la casa todo era alegría y calor navideño y José y María gozaban como si ellos estuvieran dentro, de pronto una cara miro por la ventana hacia la banqueta. 
-¡Miren unos niños están sentados en la banqueta!- 
todos corrieron y María y José huyeron asustados olvidando a su pequeña muñeca, alguien llegó a aquel lugar donde se encontraba Matilda, la tomo entre sus brazos.
-Ahora nos hemos olvidado de lo realmente importante, esta criatura se encuentra ahora bajo la gracia de Dios-. Fue adentro junto a su familia, llevando a la pequeña aun en brazos para después llevarla a donde debía estar.


Espero les haya gustado esta pequeña historia, y tengan una muy FELIZ NAVIDAD de corazón les deseo lo mejor del mundo, y recuerden que esta es época de dar y compartir y olvidar todo rencor y enojo, sean felices siempre, mis mejores deseos para ustedes.

1 comentario:

  1. aaaayyyyyyyyyyyyyyy esta tambien me encantooooooooooo aaa y feliz navoidadddddd aunk tarde ;) tkmm!!!!

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